Carta A Tu Niño Interior

Parece que ya no tienes nada que ver con aquel niño (o niña) sensible, puro y travieso que has sido en la infancia. No es verdad. ¡El niño todavía vive dentro de ti! Todavía sientes su sensibilidad, su vivacidad, su espontaneidad y también su pureza, su inocencia y su ingenuidad.

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